Lugar de descanso e inspiración para personajes tan ilustres como Ramón Llull, Rubén Darío, Chopin, Borges o el Archiduque Luis Salvador de Áustria, Valldemossa está situada al Noroeste de la isla de Mallorca, a 419 metros sobre el nivel del mar, presidiendo un pequeño valle repleto de olivos centenarios, almendros y algarrobos, y coloreado por huertos de hortalizas, naranjos y limoneros. Este paisaje constituye una de las mejores vistas que se puedan contemplar a lo largo y ancho de la isla, y aunque diste apenas 20 km de la ciudad de Palma, quien visite el valle y las montañas de Valldemossa tendrá la sensación de hallarse en un espacio y tiempo lejano.
Hablar de topónimos, en muchas ocasiones, significa hablar de conjeturas, pero en este caso los expertos convergen en que el nombre Valldemossa tiene su origen en el siglo X, cuando tropas del Califato de Córdoba conquistaron las islas y estructuraron el territorio en clanes familiares. La alquería que nos ocupa fue llamada Wadi Muza, o Valle de Mussuh; Muza o Mussuh siendo el nombre del dignatario a quien correspondieron estas tierras. En el siglo XIII, durante la conquista de Mallorca por las tropas del Rey Jaime I de Mallorca, El Llibre de Repartiment deja constancia de que el nombre de Valle de Mussuh se mantuvo y, con el transcurso de los años, éste ha derivado en el nombre actual de Valldemossa.
Hasta la llegada del turismo organizado, la actividad principal de sus habitantes se desarrolló en las tareas agrícolas que tenían lugar en las numerosas possessions que conforman su territorio. Al igual que ocurre en la actualidad, existe constancia de que los productos eran muy bien recibidos y valorados en los mercados de la isla si su procedencia era Valldemossina, especialmente el aceite de oliva, que durante siglos constituyó la principal fuente de riqueza del pueblo y del valle.